Wor Watthana Gym: Sueños desde la miseria
Hoy compartimos la historia de un pequeño gimnasio que se inició de la manera más natural e inesperada. En un patio trasero en una de las zonas más pobres de Tailandia. Entre una mujer extranjera ex luchadora de Muay Thai y su marido Tailandés, un antiguo luchador y entrenador de Muay Thai. Hablamos con Frances Watthanaya, encargada de la gestión y directora del Wor Watthana gym.
Ella nos cuenta la historia que hay detrás de su gimnasio y sus niños y niñas. Sus oportunidades como habitantes de una de las zonas más subdesarrolladas de ese país que tanto nos encanta a todos los lectores de Esquina Thai. Sus objetivos para el futuro y por qué sobreviven y necesitan las colaboraciones de apasionados del deporte para seguir construyendo sueños.
No te lo pierdas, las palabras son solo palabras, pero las fotos y los videos no tienen desperdicio.
Esquina Thai y la mánager Frances Watthana
Esquina Thai: Conozco la historia que hay detrás del gimnasio Wor Watthana y cómo, tú y tu marido, empezasteis a construir un sueño en la zona noreste de Tailandia; Isaan. ¿Podrías contarle a nuestros lectores cómo empezó todo?
Frances Watthanaya: Mi marido y yo nos vinimos a Tailandia hace unos 5 años cuando terminé mis estudios en la universidad. Nos mudamos a su villa natal para ayudar a cuidar a su padre. Un día, estaba entrenando en el patio cuando un grupo de niños apareció y preguntó si podían unirse. Y eso fue, así empezamos un gimnasio.
Publicamos un vídeo de nosotros entrenando en el patio sucio. Se convirtió en viral y de repente había mucha gente buscando sobre nosotros y preguntando para poder ayudar. Ahí empezamos una campaña de gofundme y fuimos capaces de juntar suficiente dinero para construir un gimnasio permanente.
Los videos:
Los integrantes del Wor Watthana Gym
ET: Se que vosotros os centráis sobre todo en estudiantes jóvenes, mujeres u hombres. ¿Con cuantos niños empezasteis y cuántos tenéis ahora?
FW: Al principio prácticamente todo niño de la villa vino a probar. Mientras que muchos simplemente vienen y van por épocas, siempre hemos tenido al menos 20 niños que vienen a nuestras instalaciones diariamente.
Ahora mismo tenemos 12 luchadores en activo, e incluso estamos pudiendo alojar a muchos niños en casa! En total hay como unos 20 niños que vienen y utilizan el gimnasio, algunos son luchadores y otros solo vienen por ejercitarse. Incluso diría que algunos niños solo vienen para hacer vida social y estar con amigos.
ET: ¿Puedes contarnos cómo viven estos niños? Cómo es su situación personal normalmente.
FW: Isaan es la zona más pobre y menos desarrollada de Tailandia. Todos nuestros niños vienen de situaciones en desventajas, de familias con muchas dificultades para salir adelante.
Desafortunadamente muchos de nuestros chicos y chicas viven con sus abuelos por que sus padres se han marchado a trabajar a regiones como Bangkok o las grandes ciudades. Algunos de nuestros niños son huérfanos.
ET: ¿Cuando estos niños acuden al gimnasio Watthana, que hacen? ¿Cuál es su rutina?
FW: Los niños que viven con nosotros entrenan dos veces al día. Una de nuestras reglas principales es que los niños deben ir al colegio si quiere poder vivir y entrenar con nosotros
Después del entrenamiento de la mañana mandamos a los niños al colegio. En el tarde, les recogemos y volvemos de nuevo a la casa-gimnasio donde se entrena de nuevo desde las 16h hasta las 19.30 todos los días. Algunos días el entrenamiento es ligero y divertido, algún día incluso jugamos simplemente al fútbol. Pero algunos días, sobre todo cuando se acercan peleas, los niños deben entrenar más duro.
ET:¿Cuáles son las opciones de futuro para estos niños? en el Muay Thai y en la vida.
Para Boom (su marido) y para mi, lo primero que buscamos es que estos niños estén a salvo. Nuestro primer objetivo es mantenerlos alejados de las drogas y los problemas de alcohol que asolan la región. Mientras tanto, hacerles crecer simplemente para ser buenas personas, con una educación y con momentos de alegría en su infancia.
Si ellos quieren perseguir una carrera deportiva en el Muay Thai las posibilidades son muy amplias. Nosotros somos muy estrictos en cuanto a que los niños deben guardar el dinero que obtienen de las peleas. Así en el futuro ellos quizá podrían construir una casa o empezar un pequeño negocio en la zona.
Algunos de nuestros niños seguro serán llevados a Bangkok a algún gimnasio más grande, y varios de ellos recibirán estudios universitarios gratis gracias a practicar Muay Thai. Tenemos algunos niños que ya desean un futuro como entrenadores de Muay Thai en el extranjero cuando se retiren. Para todos ellos, siempre que sean listos con su dinero, confío en el éxito para cada uno de ellos.
ET: ¿Tenéis algunos patrocinadores verdad? ¿Por qué necesitáis el apoyo y la ayuda de los amantes del muay thai y del deporte?
FW:: No seríamos capaces de hacer lo que hacemos si no fuese por el apoyo de nuestros donantes mensuales.
Las personas que nos ayudan son simplemente personas normales que aman este deporte, que les gusta Tailandia y que simplemente quieren ayudar. Con algo tan sencillo como 5 dolares al mes nos ayudan a generar un impacto positivo en las vidas de estos niños.
Con la idea de mantener el gimnasio Wor Watthana abierto y en funcionamiento utilizamos el dinero para:
Agua limpia y potable para nuestros niños y sus familias.
Visitas al médico y medicinas.
Comida y aportes nutricionales.
Gastos escolares como el uniforme y las tasas de la escuela
Ropa y material deportivo como zapatos para correr.
Actividades y salidas extraescolares.
Material para el gimnasio como linimento de boxeo, hielo, esparadrapo, gasas, vendas…
Electricidad en el gimnasio.
Gastos relacionados con las competiciones y viajes a las veladas de boxeo.
Fiestas de cumpleaños de los niños y niñas.
ET: ¿Cómo es la situación particular de las niñas boxeadoras? He visto que intentáis apoyarlas y traer también para ellas buenas oportunidades.
FW: Creo que es importante para el gym estar abiertos tanto para chicos como para chicas, y crear un buen ambiente en el que puedan entrenar juntos.
Tenemos suerte ya que, al ser yo una chica y encargada de la gestión del gimnasio, creo que eso facilita que las niñas jóvenes se acerquen a entrenar al estar yo allí. Además, a pesar de que mi hija no hace Muay Thai como competición, siempre invita a sus amigas para que vengan a entrenar.
ET: Mucha gente en occidente piensa que estos niños no deberían estar peleando sino que deberían centrarse en aprender en la escuela y disfrutar de la infancia. ¿Qué puedes decir sobre eso?
FW: La educación es muy importante, igual que divertirse! Pero es importante que la gente entienda que el Muay Thai es un deporte y que los niños aman de manera natural el deporte.
Nosotros les animamos y buscamos que se diviertan, incluso intentamos llevarles a un pequeño viaje por diferentes zonas una vez al año. El año pasado fuimos a Ayutthaya a pasar unos días junto con los luchadores del gimnasio Santai Muay Thai durante el festival anual del Wai Kru. Y este año llevamos a los niños al gimnasio Sitmonchai en Kanchanaburi y les llevamos a las famosas cascadas de Erawan.
Sin embargo, el Muay Thai es un deporte que puede cambiar sus vidas para mejor. Estamos muy agradecidos de poder colaborar para convertir sus sueños en realidad y les animamos a luchar por ellos.
ET: ¿Cuáles son los objetivos del gimnasio Wor Watthana para el futuro?
FW: Nuestro objetivo principal es la sostenibilidad y construir una casa donde puedan vivir todos estos niños y niñas. Hemos empezado un GoFundMe para pedir ayuda con este propósito.
https://www.gofundme.com/help-build-us-a-home
ET: Muchas gracias por darnos a conocer la pequeña historia de vuestros chicos y chicas, os deseo mucho éxito y gracias por impulsar el Muay Thai desde la base y ayudar con la vida de estos jóvenes.
FW: Gracias a vosotros por el interés y por compartir nuestra historia.
Detalles que hacen grande un deporte
Hace tiempo hablamos en este artículo sobre la función social que tienen muchos gimnasios en la Tailandia más pobre y rural, de cómo a pesar de ser pequeños, precarios y con pocas oportunidades de crecer, brindan un tremendo trampolín para la vida de muchos niños y niñas.
Esta es la historia de un pequeño gimnasio que ha cambiado la vida de una villa entera y sus habitantes. De un lugar que sirve para brindar oportunidades a niños y niñas con un entorno desfavorable, que les enseña un deporte y les da una educación. Incluso un gimnasio que sirve como centro social en el que los niños y niñas se reúnen, cada tarde, para divertirse. En una región con muchos problemas de pobreza, drogas, alcohol y falta de oportunidades, esto es posible gracias a la colaboración de muchos nadies, de anónimos filántropos que sueñan con poder ayudar a cambiar la realidad de una generación de jóvenes luchadores y luchadoras de la vida.
Yo por mi parte me uniré a estos don nadies para ayudar mensualmente en lo que se pueda, y si algún lector quiere colaborar entonces estaré muy feliz. Desde su página de GoFundMe podrán donar o hacerse donantes mensuales, todo ayuda, por poco que sea.
¿Ya pero a dónde va mi dinero?
Conozco de primera mano la labor de este gimnasio, hace unos años que sigo su aventura y creo que es el momento de dar un paso más. He visto cómo llevan a luchadores a pelear por todo el país, como los mantienen en casa, cómo les dan todo el dinero que ganan con sus peleas.
El gimnasio Wor Watthana ha organizado eventos para que las niñas de Isaan, que cuentan con aún peores oportunidades que los niños, puedan pelear y exponerse al mundo del boxeo. He visto cómo estos niños han ido mejorando su calidad de vida y empiezan a soñar con oportunidades más grandes que los campos de arroz, el ganado, las drogas o la prostitución. Si tú también quieres conocerlos te animo a que les sigas en su página de facebook
También os recomiendo seguir su aventura desde la página web del gimnasio Wor Watthana
Gracias por leer amigos, si os animáis a colaborar sería genial, sino simplemente dejaros inspirar por estos niños y niñas y por el sueño de una extraña pareja de ex luchadores que están cambiando su mundo.