La importancia de aparentar en el Muay Thai.

Vivimos en un mundo en el que cada vez parece más importante la apariencia que la realidad. Considero que esto es algo muy peligroso y que algunas personas han basado su felicidad en lo que parece que son pero que no son. Es verdad que, en ocasiones, para acercarse al éxito hay que empezar primero por aparentar tenerlo, y que esto nos ayudará a motivarnos para lograr nuestro objetivo, en el deporte y en la propia vida.

Sociedad y tradición:

En Tailandia, una sociedad que otorga mucha importancia a los estatus sociales y a las apariencias, vemos que esta característica se trasladó, desde sus inicios, al deporte del Muay Thai. En el Muay Thai las apariencias importan y mucho. No hablamos aquí de los músculos o de la cara agresiva que podemos ver en otros deportes de contacto y en otros países donde los luchadores son cada vez más showmans. Sino de aparentar, o engañar, durante la pelea. Hablamos de la llamada poker face o ¨cara de poker¨, el no enseñar tus cartas, no dar pistas a tu oponente, ni a los jueces del ring, ni a los gamblers.

Hace años, en una estancia en Tailandia, hicimos la clásica subida al templo Doi Suteb en Chiang Mai, que se hacía algunos sábados y consistía en 11 km de carrera cuesta arriba hasta llegar al templo en lo alto de la montaña mientras amanecía. Precioso, pero bastante dura. Subimos un grupo de 3-4 compañeros y 4 chavalines thais que vivían en el gimnasio. Los chavales tenían de 13 a 15 años salvo O, que tenía 9 años. El tío nos dejó alucinados subiendo todo el recorrido sin apenas aparentar cansancio o dolor, aunque seguro que lo sentía, y llegó arriba solo un poco por detrás nuestro. En la bajada, esta vez en la furgoneta del jefe del campo, después de muchas curvas O, que estaría fundido después de más de una hora subiendo pendiente arriba, empezó a tener pequeñas arcadas que disimulaba hasta que vomitó, y sin decir nada, intentando que no se notase, aguantó el vómito en la boca y lo volvió a tragar.

Templo Doi Suthep en Chiang Mai
El precioso templo Doi Suthep, en lo alto de la montaña.

Esto nos dejó a todos un poco conmocionados, es inevitable imaginar que habríamos hecho nosotros, occidentales, o algún primo nuestro que tuviese la misma edad que O. Sin duda, y como mínimo, habríamos estado llorando y quejándonos desde que nos dijesen que teníamos que ir a correr, y después haciendo sentir culpable a nuestros padres por hacernos marear hasta vomitar. Maltrato infantil sin duda, ¿verdad?.

Desde luego no es algo agradable para un niño, pero ahora considero que quizá esa actitud, esa manera de enfrentar las dificultades, es más positiva para la vida. Sobre todo para su vida y para la competición, que las consecuencias negativas que pueda tener. Esa es la manera que tengo de explicar cómo los peleadores thais, y también algunos occidentales claro, son duros, no enseñan el dolor, y si no enseñas el dolor, es muy difícil que tu rival se de cuenta y saque provecho de ello. Saber aparentar es clave.

Aparentar y ganar puntos:

El mundo del Muay Thai en Tailandia es super competitivo, empiezan muchos, muchísimos, y solo algunos llegan a la élite, al paraíso prometido de salir de la pobreza y salvar a tu familia a través del boxeo. Por eso se les enseña, desde bien pequeñitos, a ser duros, a aguantar el cansancio y el dolor y continuar, porque es un camino difícil y como en todo, lo mejor es aprender desde pequeño.

Ahí está la utilidad de la poker face, no aparentar ni mostrar dolor, no mostrar cansancio, ser impasibles, inexpresivos. Es algo clave en el Muay Thai, tu rival lo tiene en cuenta, los jueces también, el público y las apuestas. La sociedad tailandesa es orgullosa por naturaleza, aman su país, su comida, su deporte y se enorgullecen de sus éxitos y también de sus desgracias, cuando vemos peleadores de nivel mostrando dolor en una pelea es porque de verdad ese golpe ha sido definitivo. En ocasiones vemos que un luchador cae por un golpe al mentón o una rodilla que le saca el aire y nos sorprendemos porque parecía que estaba al cien por cien, y en ocasiones lo único que pasa es que estaba disimulando perfectamente hasta que ha sido imposible.

Los árbitros, o jueces, esto lo tienen en cuenta. No puntúa igual un golpe que entra que uno que se ve que hace daño. La pérdida del equilibrio, mostrar dolor o cansancio son signos que se interpretan como superioridad y fortaleza de nuestro rival, y eso tiene un peso súper importante en las cartulinas de los jueces. A veces parece que los luchadores no se cansan, que son capaces de patear durante 3 o 4 asaltos y hacer un clinch demoledor y seguir inexpresivos, y créeme, están cansados, pero son expertos en disimular, o aparentar. El orgullo, el dinero y el honor de su campo está en juego, no nos darán el placer de admitir que les hemos hecho daño.

Buakaw pateando a su rival
Los golpes duelen, aparentar dolor no te va a evitar sentirlos.

Motivación:

Otra utilidad clave de esta poker face de la que hablamos es a nivel motivacional. Desde luego, si estoy peleando contigo y muestras dolor en alguna zona, ya se donde tengo que centrar mi trabajo si quiero ganar la pelea. Por eso es fundamental ocultar tus puntos débiles, con la intención de salvarse de los ataques del oponente. Pero además, si estamos de nuevo peleando y yo te golpeo con toda la potencia de la que soy capaz y tu apenas pestañeas al recibir el golpe, en mi cabeza empezarán a aparecer las dudas sobre mis posibilidades contra un rival como tú. Tiene sentido, ¿verdad?. Es una habilidad indispensable en un peleador que se precie, y como tal, debe ser entrenada.

Esto es algo que debemos trasladar a nuestros entrenamientos, e incluso yo te diría que a nuestra vida. Mi entrenador en España siempre nos dice que si, cuando realizamos un ejercicio cansado, ponemos cara de cansancio o arrugamos el rostro por el esfuerzo, nos cansaremos más. Siempre nos insta a sonreír, o por lo menos a no aparentar nada, en estos momento a veces te dan ganas de mandarle a la mierda, pero probarlo, puedo confirmar que funciona. Recomiendo centrarse en pensamientos que nos hagan sentir orgullo y placer por el hecho de que estamos realizando algo difícil, de que estamos aguantando el dolor que mucha gente no sería capaz de aguantar. Si te centras en como me duele la pierna, no puedo levantar los brazos o se me va a salir el corazón por la boca, eso no te va a traer nada positivo.

Si ya nos hemos llevado el golpe, el dolor ya es inevitable, mostrarlo en nuestro rostro no nos va a traer más que problemas, no va a servir sin embargo para calmar ese dolor o para dar pena a nuestro rival y que deje de atacarnos. Mostrar dolor o cansancio es poco práctico, y en el Muay Thai, como deporte de competición, tenemos que ser prácticos. Así que ya sabes, te recomiendo guardar tus expresiones corporales para los emojis del teléfono, y empieza a trabajar en tu poker face.

 

Para la vida y para el Muay Thai, asume el precio a pagar por vivir como quieres, acéptalo y continúa, va a doler, va a cansar y si quieres ganar tienes que disimularlo y seguir aún más fuerte.

Si tienes algo que aportar, no lo dudes, deja tu comentario, comparte o escríbeme un correo. Hasta entonces, nos leemos!

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